
¡Menos es más!
A lo largo de la vida creamos la costumbre de adquirir cosas que creemos necesitar, hoy después de una gran oportunidad de hacer un experimento donde solo tengo lo que realmente uso, descubrí lo feliz y tranquila que me hace sentir el solo tener las cosas necesarias para vivir.
En esta época moderna, la mercadotecnia y publicidad, nos presentan miles de artículos; ropa, aparatos eléctricos, utensilios, comida, juguetes, productos de belleza y limpieza o cualquier cosa material que prometen facilitar nuestra vida y hacernos felices, con tan solo adquirirlos; pero, ¿hasta que punto son realmente necesarios?
Te invito a hacer este experimento y quedarte solo con lo que realmente ocupas, tu vida será más práctica y sencilla, acciones tan básicas como no perder tiempo para elegir entre tanta ropa para vestirnos, tener más espacio en tu casa, ayudar a otros al donar las cosas que no usas o ahorrar mucho dinero al ser un consumidor responsable, también ayudarás al medio ambiente al consumir menos plástico (basura) que compramos junto con estos productos.
Salud, amor, agua, techo, abrigo y poca comida, es lo que necesitamos para sobrevivir, el resto son cosas que queremos para darnos gusto, descubre la diferencia y aprende a balancear entre lo que realmente necesitas y lo que sólo quieres adquirir.
Sara Maldonado